¿Quiénes somos? ¿Por qué un blog?

Este blog constituye un ámbito creado para trabajar los contenidos del Espacio Curricular Mediación Pedagógica, con los alumnos de primer año del Instituto Superior de Formación Docente “María Inés Elizalde” de Gualeguaychú, Entre Ríos.

Somos María Luisa Melchiori de Selva -docente a cargo- y Susana Firpo de Hernández, que apoya la tarea en la Sala de Informática. Como desde hace ya varios años que trabajamos juntas -creando condiciones favorables para el uso de las TICs. por parte de los futuros profesores/as-, pensamos darle vida durante el segundo cuatrimestre de este año 2008, a lo aprendido en un curso sobre el uso de la Web 2.0.

Ambas nos hemos capacitado a través de la oferta del Portal Educ.ar y, coincidimos con las ideas de uno de sus materiales cuando expresa que: La Web dos (punto) cero podría definirse como la promesa de una visión realizada: la Red –la Internet, con mayúscula o minúscula, que se confunde popularmente con la propia Web– convertida en un espacio social, con cabida para todos los agentes sociales, capaz de dar soporte a y formar parte de una verdadera sociedad de la información, la comunicación y/o el conocimiento. Con minúsculas porque nace de la propia acción social en interacción con un contexto tecnológico nuevo.

Por lo tanto aspiramos a que, a través de la creación de blogs, los alumnos lean, analicen fundamentos, intercambien ideas, generen conocimientos y utilicen toda la potencialidad que brinda Internet como nuevo recurso educativo, que se suma a los tradicionales: libros, pizarrones, marcadores, papel…

Coincidimos con lo que el educador y ensayista Guillermo Jaim Etcheverry expresa en el artículo que publicó en el diario La Nación (22/06/08) El pasado renovado. Con él sostenemos que… La clave de lo moderno se esconde en la epopeya sostenida de renovar el pasado. Para emprender esa tarea se requiere, en primer lugar, no sólo conocerlo, sino asumir como propio ese pasado. Recordar lo que somos, que no es sino conservar la identidad. De allí que si pretendemos convertir a nuestros jóvenes en verdaderos “paradigmas de la modernidad” deberíamos hacer el esfuerzo de ponerlos en posesión del material sobre el que deberán trabajar. Resulta, pues, imperioso legarles un pasado que, para ser modernos, ellos puedan renovar.

Mediación Pedagógica: espacio para construir fundamentos

“Este bloque incluye contenidos relativos a múltiples dimensiones de la práctica educati­va. Remite al estudio de las concepciones de la educación, de la persona que se edu­ca y, en particular, al denominado triángulo didáctico, que incluye a las alumnas y los alumnos, los docentes, los contenidos y los procesos de enseñanza y de aprendizaje que los vinculan.

Los futuros docentes conocerán y analizarán los supuestos que fundamentan dife­rentes concepciones acerca de la educación y reflexionarán acerca del estatuto episte­mológico de la pedagogía. Será relevante introducir en la formación docente algunos aspectos de los grandes debates contemporáneos en el país, América latina y el mun­do, con someras referencias a los contextos en que se manifiestan.

Abordarán el estudio de los alumnos y las alumnas integrando distintas perspecti­vas (filosóficas, psicológicas, sociales, etc.) que resultan necesarias para una caracteri­zación personal y sociocultural. Así, los contenidos se fundamentarán con los aportes de diversas disciplinas, la antropología, la pedagogía, la psicología educacional, cogniti­va y del desarrollo, la psicología social y de los grupos, los estudios lingüísticos y socio­lógicos, y la filosofía de la educación, entre otras.

Se incluye la reflexión en torno a los contenidos escolares y a las relaciones entre realidad, conocimiento, valores y verdad...
Con respecto al proceso de aprendizaje se propone que los futuros docentes esta­blezcan relaciones entre aprendizaje y aprendizaje escolar, para dar cuenta de las espe­cificidades de este último y abordar el análisis de las interacciones que se producen en el grupo de aprendizaje en el contexto escolar. En este marco se sugiere, que los futuros docentes aborden la cuestión del impacto de las diferencias entre los alumnos y las alum­nas en los procesos de aprendizaje y lo vinculen con la necesidad de generar espacios de intercambio y de discriminación positiva o promoción.

El estudio e interpretación de la heterogeneidad y dinámica de este nes principales de la mediación pedagógica desarrollará su capacidad de adaptar su intervención pedagógica en beneficio de la calidad de la la promoción de la equidad y de la igualdad de las oportunidades educativas.

Se propone incluir también contenidos relacionados con el abordaje multicausal de las dificultades de aprendizaje, comprendidas como situaciones es alumnos o grupos de alumnos y alumnas-que no pueden alcanzar al m que el conjunto del grupo escolar resultados de aprendizaje esperados p te, pero que sí pueden superarse a través de la aplicación de apropiada pedagógicas.

El rol docente se aborda desde el análisis de sus dimensiones profesional y ética, y de la reflexión crítica y valorativa de las características de sus conocimientos, de sus supuestos y de sus valoraciones previas, que orientan, en gran medida, la práctica escolar...
La enseñanza, sus conceptualizaciones, supuestos, enfoques históricos y tendencias actuales desempeñan un importante papel en este bloque. Se propone el análisis de los procesos de diseño de la enseñanza. Se conocen y analizan criterios para la selección y organización de contenidos y actividades de aprendizaje...
Coherente con este planteo, se incorporan cuestiones relativas al uso crítico y actualizado de recursos y tecnologías y desarrollo de programas de evaluación del aprendizaje y de la enseñanza.

Los contenidos del bloque se articulan con los capítulos de la Formación Orientada y Especializada”.[1]

[1] Contenidos Básicos Comunes para la Formación Docente de Grado. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Consejo Federal de Cultura y Educación. Argentina 1997. Páginas 49 y 50.

Blog sobre WebQuest (WQ)

Si te interesa la metodología de trabajo con WQ,
podés visitar el siguiente blog: http://webquestenelaula.blogspot.com/

Autoridad: Un aporte breve

Para comprender mejor repárese en la distancia que separa las actitudes que responden a las tres expresiones bien conocidas: "tener autoridad”, "ser au­toritario" y "actuar con autoritarismo". Muchos de los males nacen de la confusión que a veces se hace entre las tres. Muy a menudo, por ejemplo, "actuando con au­toritarismo" se esfuerza uno por remediar su falta de autoridad.

Tener autoridad es, evidentemente, en el fondo, poseer una cualidad natural a la que contribuye a veces la prestancia física y siempre un conjunto de cualidades intelectuales, psicológicas y morales que son suscep­tibles de cultivarse. Las falsas apariencias las afirmaciones perentorias, el oropel superficial no dan autori­dad sólida. La verdadera autoridad puede, por el contrario abstraerse de ser autoritaria y recuerdo que, entre todos los profesores que encontré en el curso de mis estudios, aquél cuyos alumnos eran más estudiosos y disciplinados era un hombre notable que jamás daba el menor castigo ni formulaba al menor amenaza. Pero sus alumnos tenían la impresión que se disminuirían ellos mismos perturbando sus clases. La autoridad real no exige ni siquiera forzosamente muchos signos exteriores de respeto: a veces es compatible con una familiaridad bastante grande; pero se percibe su existencia porque el que la tiene siempre sabe hacerse oír, cada vez que vale la pena.

Ser autoritario, muy a menudo, puede‑ ser la expresión de un temperamento. Ello no es necesariamente inconciliable con una autoridad real siempre que esta actitud no vaya hasta el desconocimiento total y el desprecio por las formas de pensar, sentir y vivir de los demás. . . y en particular de los más jóvenes.

Los educadores que niegan todo derecho a la iniciativa personal, toda autonomía de pensamiento y de sensibilidad, se muestran autoritarios sin dar muestras de autoridad. Pueden impresionar al público y puede que sus niños se queden quietos... mientras haya peligro de que sean vistos. Pero bien sabe que los reglamentos abusivos son los que engendran el fraude.

En cuanto al autoritarismo, se caracteriza por un formalismo aún más grande y corresponde a una autoridad más débil. El autoritarista – me atrevo a utilizar este neologismo – parece atormentado porque le falta realmente.
La autoridad es racional, equitativa, eficaz... y yo agregaría: generalmente silenciosa. El autoritarismo es irracional, arbitrario, bastante raramente eficaz (por lo menos en profundidad) y en general, estruendoso.

La autoridad no posee valor verdadero sino en la medida en que se ejerce en el sentido de­ la vida del niño. Las restricciones y los límites, que la educación impone por real necesidad, no existen sino provisional y únicamente en vista de un desarrollo ul­terior. El ideal sería que la autoridad de los educadores no fuera más que un medio de guiar al niño hacia la satisfacción de sus necesidades más profundas, es decir hacia su libertad. Podría ser entonces comprendida como la expresión voluntaria y consciente del dinamismo propio de la vida. La autoridad no puede servir para sofocar: su papel es, por el contrario, preparar la maduración del individuo. Lo que la hace valedera no es la posición de la persona quo la ejerce, sino el hecho de que ella está – a veces en contra de las apariencias – al servicio de los intereses de aquellos sobre los que se ejerce.

Berge, André. La libertad en la Educación. Kapelusz. Bs. As. 1969.

Sitios web del Bicentenario

En nombre de la Comisión de Historia de la Educación para el Bicentenario de las Independencias Latinoamericanas compartimos algunos enlaces a sitios web dedicados al tema en general. Quizá sean las conmemoraciones el espacio paradigmático de la historia de la educación en el sentido más amplio de la invención de tradiciones y generación de identidades Solicitamos nos envíen sitios similares para enriquecer nuestro archivo e invitamos a visitar el blog de la comisión con sus comentarios.

Máximas para mi hija Merceditas

01. Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: "Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos".
02. Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
03. Inspirarla a una gran confianza y amistad pero uniendo el respeto.
04. Estimular en mercedes la caridad con los pobres.
05. Respeto sobre la propiedad ajena.
06. Acostumbrarla a guardar un secreto.
07. Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
08. Dulzura con los criados, pobres y viejos.
09. Que hable poco y lo preciso.
10. Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
11. Amor al aseo y desprecio al lujo.
12. Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.

08 03 09: Día de la Mujer

EDUCANDO A NATURALITO

En este boletín va mi homenaje a TODAS LAS MUJERES que me leen, a esas incansables luchadoras que veo todos los días en las escuelas y a las otras las que nos acompañan día a día en nuestro caminar por esta vida...

Una y mil veces me quemó la Inquisición y aprendí a nacer de las cenizas.Me encerraron en un harén y encerrada no dejé de reír.Me pusieron un cinturón de castidad y adquirí las artes de un cerrajero.Cargué fardos de leña y me hice fuerte.Me pusieron velos en la cara y aprendí a mirar sin ser vista.Me despertaron los niños a medianoche y aprendí a mantenerme en vigilia.Transporté cántaros de agua y supe mantener el equilibrio.Me extirparon el clítoris y aprendí a gozar con todo el cuerpo.Pasé días bordando y tejiendo y mis manos aprendieron a ser más exactas que las de un cirujano.Segué trigo y coseché maíz, pero me quitaron la comida y con hambre aprendí a vivir.Me sacrificaron a los dioses y a los hombres y volví a vivir.Me golpearon y perdí los dientes y volví a vivir.Me asesinaron y me ultrajaron y volví a vivir.Me quitaron a mis hijos y en el llanto volví a la vida.Con tanta fortaleza acumulada, con tantas habilidades y destrezas aprendidas, MUJER,no tengo ninguna duda que si lo intentás, podes volver el mundo al revés".

Gracias por ser MUJER!!! y muy FEIZ DÍA!!!

Prof.Miguel Mancuso
http://www.naturalito.com.ar/

Lucha de clases en la escuela pública

OPINIÓN

Los maestros de medio país van a la huelga para pedir un sueldo que ninguno de nosotros, periodistas, por ejemplo, aceptaría ni para empezar.

Por M. Caparrós 01.03.2009

Hoy empiezan las clases y no empiezan las clases: para la mayoría de los alumnos argentinos, esta mañana no hay escuela. Los maestros de medio país van a la huelga para pedir un sueldo que ninguno de nosotros, periodistas, por ejemplo, aceptaría ni para empezar. Son sueldos tan elocuentes, tan didácticos: dicen, antes que nada, que a la sociedad argentina la educación le importa tres carajos. O, mejor: que a la sociedad argentina le importa tres carajos la educación de sus pobres. Soy un producto de la escuela pública argentina y a veces, cuando me distraigo, me da orgullo; mi hijo también fue a la escuela pública y acaba de terminar su quinto año. Pero en las décadas que pasaron desde que empecé primer grado –inferior– nuestro sistema educativo cambió brutalmente.

Cuando yo era chico sólo iban a colegios privados los garcas que querían educarse a fuerza de hostias y los raros que preferían hablar otros idiomas y los vagos que la escuela pública no soportaba más. Pero mis amigos y yo –hijos de la clásica clase media porteña– sabíamos que el sistema de educación estatal era nuestro lugar: la escuela pública era la mejor, la primera opción. Ahora no: mis amigos dudan mucho antes de mandar a sus hijos a una escuela del Estado –y la mayoría no lo hace. La educación pública ya no es para todos, ni para el que la elige; es para quien no tiene más remedio. Tres de cada cuatro alumnos estatales pertenecen al tercio más pobre de la población. Entre el 20 por ciento más pobre, nueve de cada diez van a la escuela pública; entre el 20 por ciento más rico, uno de cada siete. Y la tendencia se acelera: en 1997 el 24 por ciento de los chicos acomodados iba a escuelas públicas; en 2006, según un informe del Centro de Estudios de Políticas Públicas, sólo el 15 por ciento. Las cifras precisan lo que ya sabemos: que los padres quieren mandar a sus hijos al privado porque –mejores o peores– por lo menos les garantizan que van a tener clases. Cosa que el Estado no consigue hacer. Así que, entre 2003 y 2006, en apenas tres años kirchneristas, 800.000 argentinitos –casi todos los que pueden– pasaron del público al privado. En la escuela sarmientina quedan los que no pueden: los más pobres.

El fracaso de la educación pública es el efecto más espectacular del derrumbe del Estado argentino. Solía ser su estandarte: la forma más eficiente de producir esa relativa integración social que nos constituyó como país, en esas aulas donde, bajo los delantales blancos, las clases sociales se mezclaban por un rato y se formaban con las mismas consignas, las posibilidades brevemente emparejadas. La educación pública servía para equilibrar, para integrar, para “redistribuir” –y para producir un país más educado, con mejores posibilidades en todos los terrenos. Ahora parece como si no importara. Y, de hecho, no les importa a los que manejan el Estado: hace mucho que mandan a sus chicos a colegios privados. Es una característica de muchos estados actuales –sus dirigentes no se incluyen en ellos, no usan sus escuelas y hospitales, no le pagan impuestos, no respetan sus leyes–y es curiosa: ¿quién se imagina al gerente de la cocacola pidiéndose una pepsi? Así que tengo una propuesta populista para encarar la cuestión educativa.

Es una ley que habría que votar cuanto antes: “Queridos gobernantes, no todo pueden ser alegrías, ganancias extraordinarias, honores merecidos, gratitud popular. Los cargos deben tener alguna carga. Y ésta será modesta pero inflexible: se ordena, so pena de prisión y pedorreta pública, que todos los funcionarios del Estado –de un nivel equis para arriba– manden a sus hijos y nietos, sin excepción, a la escuela estatal más cercana”. Es posible que, entonces, la educación pública mejore seriamente. Así estamos, en la lucha de clases.

Fuente:

"En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura,
no se diferenciade mi relación con el mundo en general.
Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas."
Julio Cortázar

Doce herramientas para el triunfo

OPORTUNIDAD: Nunca acertarás a los objetivos que no te atrevas a intentar.

INTEGRIDAD: La integridad es el resultado de la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos ...es el camino correcto.

LIDERAZGO: Un líder verdadero tiene metas y sueños bien definidos, es capaz de transmitir su visión a otros a través del carisma que genera su compromiso y la integridad de sus acciones. Es capaz de asumir la responsabilidad y tomar decisiones en cualquier situación.

PERSEVERANCIA: En la lucha entre la piedra y el agua, el agua siempre triunfa y se abre camino, no por su consistencia si no por su persistencia.

CAMBIO: Tú debes ser el cambio que quieres ver en el mundo.

DETERMINACION: Determinación es la fortaleza mental para perseguir los objetivos que nos proponemos y no abandonar simplemente porque el camino se ponga difícil.

ACTITUD: El éxito ó el fracaso no depende de las circunstancias si no de nuestra actitud frente a ellas.

SUPERACION: Triunfamos hasta nuestra capacidad de superar la adversidad. Los ganadores están dispuestos a pagar el precio de la victoria, ellos se sacrifican, sufren, trabajan ... puede que solos y desesperados, y aún así a cada paso superan lo negativo.

DESAFIO: Si tiene que hacerse, depende de mí.

VISION: Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, la mente del hombre lo puede lograr; porque cuando hay fe en el futuro, hay fuerza en el presente.

LOGRO: El logro de tus metas es el momento asegurado que cometes tú mismo.

AMISTAD: Un amigo es una persona en la que se puede pensar en voz alta.

Instrucción escolar: el cultivado habito de no entender

Rosa María Torres

Es vieja la constatación y el reclamo de quienes, saliendo en defensa de los niños, advierten que la literatura infantil, hecha por adultos, suele ser ininteligible para los niños. Leer un cuento a un niño pequeño -aun aquellos que han pasado a la historia como reliquias de la literatura infantil- implica por lo general un penoso ejercicio de "traducción" y grandes dosis de creatividad para los padres.

Pero ninguna institución se ha especializado más en cultivar un lenguaje incomprensible que la escuela. Ninguna, como ella, ha sabido cultivar el sagrado hábito de no entender y de no preguntar por lo que no se entiende (hábito que a muchos acompaña por el resto de sus vidas).

Desde el primer grado, el niño se enfrenta a lecturas, oraciones, palabras que no entiende. Desde el primer grado, el niño aprende que no entender es un ritual, una de esas reglas del juego que instaura la escuela y en las que basa su legitimidad y su poder. Preguntar qué quiere decir esto o aquello perturba, es signo de malacrianza o de ignorancia; está, en definitiva, fuera de las reglas de la práctica pedagógica. Para eso se inventó el diccionario, y los maestros descansan en él. Decodificar lo inentendible es tarea de los niños. Tarea mecánica, individual, burocrática, a través de la cual los niños han de "enriquecer" su vocabulario con los términos más exóticos, no importa si útiles o no, no importa si entendiendo o no lo que significan.

Así, por ejemplo, el año pasado, mi hijo menor, en tercer grado, tuvo como tarea consultar en el diccionario la palabra "hipertrófico". Copió en su cuaderno, con su mejor letra: HIPERTROFICO, CA. adj. Med. Relativo a la hipertrofia o que presenta sus caracteres. Nunca, en cambio, a su maestra de tercer grado se le ocurrió explicar o mandar a consultar lo que significaba "conmutación", a fin de que los niños entendieran por qué la propiedad conmutativa de la suma se llamaba así.

Cosas como éstas simplemente hay que aprenderlas de memoria, sin entender lo que significan. Si, como pedagoga y como lingüista, todo esto sigue provocándome estupor, como madre de estas pequeñas víctimas del aparato escolar, ello me provoca indignación. Santa indignación reactivada ahora por el reciente tormento al que hemos sido sometidos padres e hijos a propósito de los exámenes finales y por el que, concretamente, acaba de pasar mi (mismo) hijo menor de 9 años para terminar su cuarto grado en una (otra) capitalina escuela privada. Valgan, para ejemplificar lo dicho, estas piezas extraídas de los cuestionarios de dichas pruebas:

  • Pregunta: Frente a cada dibujo determine señalando con una cruz de qué región son característicos los siguientes productos (acompañado de dibujos ligeramente irreconocibles).
    Respuesta: en blanco.
    Puntos: cero.
    Explicación: - "No entendí lo que me preguntaban".

    - "¿Por qué no le pediste a la maestra que te aclarara la pregunta?".
    - "Porque en los exámenes no se puede preguntar".

  • Pregunta: ¿En qué radica la importancia de la presencia de petróleo en la Región Amazónica?.
    Respuesta: en blanco.
    Puntos: cero.
    Explicación: La misma anterior.

  • Pregunta: Último soberano del Tahuantinsuyo.
    Respuesta: en blanco.
    Puntos: cero.
    Explicación: -"No sabía lo que quería decir soberano". (El texto de lectura y los propios apuntes del cuaderno se referían a Atahualpa como rey, inca, cacique, etc. El examen se aprovechó, por tanto, para iniciar de paso a los niños en un nuevo término).

  • Pregunta: ¿Con qué objeto vinieron al Ecuador los miembros de la Misión Geodésica?.
    Respuesta: Con barco.
    Puntos: cero. Cero a la perfecta lógica de un niño que sabe que objeto significa cosa. Cero al complejo razonamiento que supuso llegar a la conclusión (propia) de que debieron venir en barco (y no en avión, por ejemplo, pues en esa época no existían; y no a pie o en auto, pues venían de muy lejos y debían cruzar un océano, etc, etc). Mención de honor, en cambio, para la escuela y la maestra que no sucumbieron a la tentación de un simple y vulgar ¿Para qué?, manteniéndose fieles a la tradición escolar que advierte que es más ilustrado y elegante preguntar un ¿Con qué objeto?. Falla del niño, no de la monstruosa pedagogía escolar. No se requiere ser pedagogo para llegar a esta conclusión.

Cualquier padre o madre de familia que se haya tomado la molestia de hojear detenidamente los cuadernos y las pruebas escolares de sus hijos podrá, sin duda, reconocer estos ejemplos y recordar otros tantos de su propia colección. Ejemplos que abundan, nos causan risa y hasta ternura, nos sirven de tema de conversación en las reuniones familiares o de amigos-padres-de-familia, pero que nos muestran sin lugar a dudas el dramatismo de nuestro sistema escolar.

Si los ejemplos dados provienen de una escuela privada de la capital, de un niño hijo de padres intelectuales, amamantado entre libros y expuesto cotidianamente a abundantes dosis de lenguaje oral y escrito, ¿qué sucederá en las escuelas con niños que parten de situaciones sociocomunicativas mucho menos favorables?.

Sería injusto afirmar -si ello puede servirnos de consuelo- que problemas como el destacado aquí sea típicamente ecuatoriano. En realidad, desde que mis hijos empezaron su vía crucis escolar y en los sucesivos países donde les ha tocado sufrirlo, he venido recolectando preciosas muestras de este insoslayable lenguaje escolar. Pero lo que sí pa¬rece muy propio es que, a diferencia de otros países, en el nuestro el tema educativo no sea objeto de cuestionamiento, análisis y discusión públicos.

Ya es hora de que los innumerables problemas pedagógicos que viene arrastrando la educación ecuatoriana sean encarados con la seriedad que requiere un tema que, como éste, está en el centro mismo de nuestras vidas y de las de nuestros hijos.

Porqué todavía no me compré un DVD

Por Eduardo Galeano (escritor uruguayo)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad. ¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos! Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. ¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros? Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de xx años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo' pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'. Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos! Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín. Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'este es un 4 de bastos'. Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo. Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney. Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se tansformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡Ah¡ No lo voy a hacer! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour. Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.Hasta aquí.

Eduardo Galeano Montevideo, enero de 2009

Romper con lo viejo

Queridos Amigos de ruta:

En este momento especial, largamente esperado por todos los que compartimos el desafío de pensar que una educación mejor no es una utopía sino que está en nuestras manos y en cada uno de nuestros actos cotidianos la posibilidad de hacer frente a las dificultades, de vencer los obstáculos, de potenciar los esfuerzos para despejar el camino que nos conduzca al logro de esa anhelada meta; en este momento que s inicia la segunda mitad del año escolar, los convoco (desde este espacio que ha intentado siempre fortalecernos mutuamente en el difícil pero apasionante trayecto que recorremos juntos) a realizar un simple pero eficaz ejercicio: Romper con lo viejo.

Hagámoslo casi como un juego, pongámosle algo de magia, de buen humor, de optimismo y… esperemos los resultados. No se harán esperar.


Pensemos qué de “lo viejo” ya no nos sirve. Qué nos molesta. Qué nos impide avanzar. Qué nos paraliza. Qué dificulta nuestro crecimiento.


Hagámonos preguntas simples. Preguntas a las que nosotros mismos podamos dar respuestas. No esperemos que nadie conteste nuestro cuestionario porque cada uno tendrá que poner en él sus propios cuestionamientos, sus propias dudas e inquietudes. Su propio pensamiento.
Y una vez hechas las preguntas busquemos cada una de las respuestas.


Busquemos en nuestro interior, porque allí están. Nadie nos las puede dar “desde afuera”, no son recetas, no son fórmulas mágicas. Son nuestros deseos.

Son las expresiones de lo que desearíamos que en esta última parte del 2009 se haga realidad en nuestras escuelas, con nuestros alumnos, para nuestros alumnos, por nuestros alumnos, únicos y privilegiados destinatarios de nuestros mayores y más genuinos esfuerzos.


Y después de haber pensado las preguntas y de haber encontrado las respuestas iniciemos el proceso de proyectar esos deseos, de traducirlos en acciones, de convertirlos en nuevas ideas.

A eso los invito. Pongamos en marcha el motor de la esperanza.

Para que podamos romper definitivamente con “lo viejo”, con lo inútil, lo innecesario, lo que no nos satisface. Podemos hacerlo. No esperemos que nadie lo haga por nosotros. Será más placentero pensar con nuestra propia mente y actuar de acuerdo a nuestros propios y valiosos criterios.

Nuestro Sistema Educativo necesita gente que use su cabeza para cambiar, para transmutar, para revisar y cuestionar, para combatir cuando sea necesario el combate. Para luchar por lo que queremos, por lo que anhelamos, por lo que soñamos.

No es una utopía, y… si lo fuera… las utopías TAMBIEN son posibles.

Sólo hace falta gente como ustedes, amigos. Gente que crea que las quimeras no son cosas de locos, como muchos muchas veces nos quieren hacer creer.

Y, si lo fueran, convirtamos nuestra tarea en una locura. En la locura de soñar, de hacer, de disfrutar, de mejorar.

De romper lo viejo y hacer lugar para que “LO NUEVO” tenga el espacio que se merece.

Les regalo este pensamiento para que nos ayude reflexionar un poco más.

Profesor Miguel Mancuso


ROMPER LO VIEJO.

Me sorprendí rompiendo papeles viejos, y sacudiendo cajones, hurgando en mi pasado y echando a la basura lo que en algún momento guardé y ahora lo tiro. Mis cajones llenos de notas, papelitos, pilas viejas, agendas caducadas y mil cosas que en otro momento atesore, para que el día de hoy los tire a la basura.

Guardamos compulsivamente, por si en algún momento lo necesitamos, y al pasar los años nos damos cuenta que vivimos rodeados de cosas sin utilidad, recuerdos vanos, aferrándonos a ellos por si algún día los vamos a ocupar.

Un boleto del cole, que fácilmente tiene 15 años, la garantía de una radio que ya ni existe, el manual de un televisor que le regalé a mi madre hace mas de 10 años, notas de supermercado, tarjetas de felicitación, y la invitación a una boda de gente que ni conozco, llaveros, etc...

Tiré tantas cosas que llené dos cajas grandes, que se fueron directo a la basura, por fin, el orden, y el espacio suficiente para cosas nuevas que algún día serán parte de mi pasado, y que probablemente nunca las llegue a ocupar.

Me doy cuenta que también he atesorado sentimientos que nunca pienso ocupar, como el odio, el celo, la ambición desmedida, el egoísmo, y que ahora me encuentro echando a la basura junto con ese par de cajas con recuerdos, quedando mas espacio para la compasión, la paciencia, el amor y el perdón.

Teniendo orden en la casa, y orden en mis sentimientos, siempre queda más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros, para llenarlo de amistad y de comprensión, que en el camino de la vida, nos servirán más que cualquier tesoro. Es importante tener en orden todo, primero un gran lugar para Dios, después, otro para la familia y los amigos, todo con sus prioridades.

Pero es muy importante mantener una vacante, siempre limpia y disponible en todo momento porque nunca sabremos cuando la vamos a necesitar, en algún momento, o en algún lugar, tal vez alguien requiera de ese espacio en nuestro corazón, para encontrar alivio a sus penas, y reconfortarse en un corazón amigo, con la confianza de que quien lo escucha sabrá comprenderlo, para compartir sus penas y alegrías.

Bien, hoy es un buen día para limpiar los cajones y poner nuestras cosas en orden, empezando por nuestro corazón

www.naturalito.com.ar
Tomado de la Lista [superiorba] Boletin Naturalito: ROMPER CON LO VIEJO – 02 08 09

8 de Septiembre: Día Internacional de la Alfabetización

Como saber si una persona esta alfabetizada/ Como saber si un país esta 'libre de analfabetismo

A menudo me enfrento a esta pregunta: ¿Como saber si una persona esta alfabetizada?
¡Es la del millón! Contestada ésta, se da por descontada la otra.
La mayoría de programas resuelven ambas preguntas estadísticamente. Cuántas personas analfabetas mayores de 15 años hay en el país (todavía se hace esta estimación en base a la autodeclaración de las personas, a través de censos de población u otros, no a través de una verificación efectiva de competencias); cuántas se inscribieron en el último y/o en los sucesivos programas o campañas de alfabetización; la diferencia entre una y otra cifra se asume como el resultado: cuántos se alfabetizaron, cuántos restan por alfabetizarse, qué tasa de analfabetismo tiene el país. (Dicho sea de paso, los especialistas en el tema hemos buscado durante años la cita que se atribuye a la UNESCO, según la cual un porcentaje menor a 4% de analfabetismo equivaldría a - técnicamente- "libre de analfabetismo" y nunca la hemos encontrado.
Los propios técnicos de la UNESCO no saben de dónde proviene originalmente esa afirmación, que se ha corrido de bocaen boca por décadas! Si alguien encuentra la fuente, que por favor la circule!).En realidad, el asunto es a la vez más complicado y más simple. La mejor manera de determinar si una persona o un grupo de personas aprendió o no a leer y escribir es sacar a las personas de la clase y pedirles que lean lo que hay para leer allí afuera, en la vida real, en el hogar, en el barrio, en la comunidad, en el mercado, en la plaza: carteles, anuncios, pintas en las paredes, signos de tránsito, menús, hojas volantes, rótulos de los buses, propaganda política, etc. Incluso en zonas rurales, donde hay poco o nada para leer, a menudo puede encontrarse algún calendario o afiche como material de lectura, un periódico viejo convertido en envoltorio, marcas e instrucciones de productos en cajas y frascos, cuadernos y textos escolares, materiales de difusión en el centro local de salud, etc., etc. Esto es lo que vengo haciendo yo a menudo, cuando visito centros escolares o centros de alfabetización de adultos en diferentes países, o cuando me encuentro con personas dadas por "alfabetizadas" en campañas y programas. Puedo decirles que rara vez esas personas están en capacidad de leer materiales de la vida real. Fuera de la cartilla o el video - y, en el caso de niños y niñas, fuera del texto escolar - se sienten generalmente perdidos, adivinando y descifrando, no leyendo. A menudo también encuentro que quienes pueden leer esos materiales de la vida real, son personas con algunos años de escolarización, inscritas en los centros de alfabetización a falta de otra oferta educativa ajustada a sus necesidades o, simplemente, a fin de llenar el número necesario.
Quien no es capaz de leer materiales de la vida real, por lo general tampoco está en capacidad de escribirlos. Manejar la escritura es bastante más complejo que manejar la lectura. Dibujar el nombre, copiar palabras o frases, o escribir alguna frase sencilla bajo dictado, estámuy lejos de lo que implica escribir - con fines de expresión y comunicación - en la vida real.
Pidamos a cada persona que haga un pequeño listado de cosas que le importan (lo que compra en el mercado, los ingredientes que necesita para hacer un determinado plato, los muebles que tiene en su casa, los nombres y fechas de nacimiento de sus hijos, los nombres de sus artistas o deportistas preferidos, etc., etc.) y veremos si saben o no escribir, haciendo uso efectivo, personal y social, de la escritura.
Después de este sencillo "test de realidad", hablo con los alfabetizadores, los educandos, las autoridades o quienes me acompañan en la visita, y les recomiendo continuar el programa hasta que las personas estén realmente habilitadas para leer y escribir con autonomía fuera del aula y del material programado. De otro modo, el esfuerzo de alfabetización no pasa de ser una ilusión, un conteo estéril de estadísticas y tasas que suben el ranking del país pero dejan a la gente frustrada y a medio camino, sin herramientas realmente útiles para mejorar su vida a partir de la lectura y la escritura.
Rosa María Torres
Fronesis
http://www.fronesis.org/