Romper con lo viejo

Queridos Amigos de ruta:

En este momento especial, largamente esperado por todos los que compartimos el desafío de pensar que una educación mejor no es una utopía sino que está en nuestras manos y en cada uno de nuestros actos cotidianos la posibilidad de hacer frente a las dificultades, de vencer los obstáculos, de potenciar los esfuerzos para despejar el camino que nos conduzca al logro de esa anhelada meta; en este momento que s inicia la segunda mitad del año escolar, los convoco (desde este espacio que ha intentado siempre fortalecernos mutuamente en el difícil pero apasionante trayecto que recorremos juntos) a realizar un simple pero eficaz ejercicio: Romper con lo viejo.

Hagámoslo casi como un juego, pongámosle algo de magia, de buen humor, de optimismo y… esperemos los resultados. No se harán esperar.


Pensemos qué de “lo viejo” ya no nos sirve. Qué nos molesta. Qué nos impide avanzar. Qué nos paraliza. Qué dificulta nuestro crecimiento.


Hagámonos preguntas simples. Preguntas a las que nosotros mismos podamos dar respuestas. No esperemos que nadie conteste nuestro cuestionario porque cada uno tendrá que poner en él sus propios cuestionamientos, sus propias dudas e inquietudes. Su propio pensamiento.
Y una vez hechas las preguntas busquemos cada una de las respuestas.


Busquemos en nuestro interior, porque allí están. Nadie nos las puede dar “desde afuera”, no son recetas, no son fórmulas mágicas. Son nuestros deseos.

Son las expresiones de lo que desearíamos que en esta última parte del 2009 se haga realidad en nuestras escuelas, con nuestros alumnos, para nuestros alumnos, por nuestros alumnos, únicos y privilegiados destinatarios de nuestros mayores y más genuinos esfuerzos.


Y después de haber pensado las preguntas y de haber encontrado las respuestas iniciemos el proceso de proyectar esos deseos, de traducirlos en acciones, de convertirlos en nuevas ideas.

A eso los invito. Pongamos en marcha el motor de la esperanza.

Para que podamos romper definitivamente con “lo viejo”, con lo inútil, lo innecesario, lo que no nos satisface. Podemos hacerlo. No esperemos que nadie lo haga por nosotros. Será más placentero pensar con nuestra propia mente y actuar de acuerdo a nuestros propios y valiosos criterios.

Nuestro Sistema Educativo necesita gente que use su cabeza para cambiar, para transmutar, para revisar y cuestionar, para combatir cuando sea necesario el combate. Para luchar por lo que queremos, por lo que anhelamos, por lo que soñamos.

No es una utopía, y… si lo fuera… las utopías TAMBIEN son posibles.

Sólo hace falta gente como ustedes, amigos. Gente que crea que las quimeras no son cosas de locos, como muchos muchas veces nos quieren hacer creer.

Y, si lo fueran, convirtamos nuestra tarea en una locura. En la locura de soñar, de hacer, de disfrutar, de mejorar.

De romper lo viejo y hacer lugar para que “LO NUEVO” tenga el espacio que se merece.

Les regalo este pensamiento para que nos ayude reflexionar un poco más.

Profesor Miguel Mancuso


ROMPER LO VIEJO.

Me sorprendí rompiendo papeles viejos, y sacudiendo cajones, hurgando en mi pasado y echando a la basura lo que en algún momento guardé y ahora lo tiro. Mis cajones llenos de notas, papelitos, pilas viejas, agendas caducadas y mil cosas que en otro momento atesore, para que el día de hoy los tire a la basura.

Guardamos compulsivamente, por si en algún momento lo necesitamos, y al pasar los años nos damos cuenta que vivimos rodeados de cosas sin utilidad, recuerdos vanos, aferrándonos a ellos por si algún día los vamos a ocupar.

Un boleto del cole, que fácilmente tiene 15 años, la garantía de una radio que ya ni existe, el manual de un televisor que le regalé a mi madre hace mas de 10 años, notas de supermercado, tarjetas de felicitación, y la invitación a una boda de gente que ni conozco, llaveros, etc...

Tiré tantas cosas que llené dos cajas grandes, que se fueron directo a la basura, por fin, el orden, y el espacio suficiente para cosas nuevas que algún día serán parte de mi pasado, y que probablemente nunca las llegue a ocupar.

Me doy cuenta que también he atesorado sentimientos que nunca pienso ocupar, como el odio, el celo, la ambición desmedida, el egoísmo, y que ahora me encuentro echando a la basura junto con ese par de cajas con recuerdos, quedando mas espacio para la compasión, la paciencia, el amor y el perdón.

Teniendo orden en la casa, y orden en mis sentimientos, siempre queda más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros, para llenarlo de amistad y de comprensión, que en el camino de la vida, nos servirán más que cualquier tesoro. Es importante tener en orden todo, primero un gran lugar para Dios, después, otro para la familia y los amigos, todo con sus prioridades.

Pero es muy importante mantener una vacante, siempre limpia y disponible en todo momento porque nunca sabremos cuando la vamos a necesitar, en algún momento, o en algún lugar, tal vez alguien requiera de ese espacio en nuestro corazón, para encontrar alivio a sus penas, y reconfortarse en un corazón amigo, con la confianza de que quien lo escucha sabrá comprenderlo, para compartir sus penas y alegrías.

Bien, hoy es un buen día para limpiar los cajones y poner nuestras cosas en orden, empezando por nuestro corazón

www.naturalito.com.ar
Tomado de la Lista [superiorba] Boletin Naturalito: ROMPER CON LO VIEJO – 02 08 09

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